Entre los ciudadanos honestos de la Argentina -que pese a lo que se dice los hay en cantidad, incluso en la CABA- se ha presentado una nueva patología cuyo nombre está en discusión.
Los psiquiatras consultados por Noticias Falsas la describen como una fobia emparentada con el síndrome obsesivo-compulsivo. Su aparición se da con igual prevalencia tanto en hombres como en mujeres y entre los afectados predominan los mayores de 45 años.
Reproducimos con fines didácticos un diálogo médico-paciente grabado en un hospital público.
Paciente: Estoy alteradísimo doctor, pasa que yo no quiero deber doctor, yo nunca le debí nada a nadie y ahora me resulta imposible, me obligan a ser deudor…
Médico: ¿Se ha endeudado porque no le alcanza?
Paciente: ¡Todo lo contrario Doctor! ¡Me alcanza, pero... hay subsidios! ¡Viajo en colectivo y estoy subsidiado por el Gobierno Nacional, recibo la boleta de luz o de gas y también subsidios! ¡Voy al super y también me encuentro con productos subsidiados! ¡Estoy subsidiado doctor, me entiende SUBSIDIADO! Me guste o no me guste, lo quiera o no lo quiera a mi me han subsidiado, sin consultarme, me llenaron de subsidios y no puedo escapar, estoy viviendo de la caridad, de la dádiva y no lo soporto, ya no lo soporto más.
Médico: Bueno, todos tenemos el derecho a estar en desacuerdo con las medidas del gobierno, pero parece que usted se está tomando los subsidios como algo personal... ¿Por qué le molestan tanto?
Paciente: Es que me educaron así doctor... yo trato de vivir con lo mío, de no deberle nada a nadie y soy feliz así, pero ahora, siento que le estoy robando el sustento a los indios del Chaco, a los jubilados, a los maestros... ¿Porqué me subsidian a mi que ni se los pedí ni lo necesito? Estoy seguro que hay muchos a los que les resulta imprescindible... ¿Por qué no los dan a ellos lo que les corresponde? Además, no lo puedo devolver.
Médico: Siempre cabe la alternativa de que usted done lo que cree que ha recibido de más o que ayude por su cuenta a los necesitados.
Paciente: ¡Pero yo no quiero manejarme con criterios de caridad! Creo en la justicia y en la república, para financiar los gastos pago mis impuestos y para asignar los recursos están los ministerios de Desarrollo Social o de Economía. ¡¡Que la ayuda la den ellos o el Ejército de Salvación o los sindicatos!! ¿O acaso es posible que en este país nadie sepa quienes necesitan ayuda y para qué?
¡Estoy subsidiado, estoy hasta la coronilla de subsidios! ¡Cuando se cierre la canilla nos van a reventar a todos! ¡Ser subsidiado cuando no se necesita es una forma de robo y yo no quiero ser ladrón! ¡Basta, basta, no quiero ser cómplice de tantos subsidios!
¡Ayudeme Doctor, me resisto a usar el agua, no puedo dormir, no puedo tomar un colectivo … estoy cada vez más paralizado! ¡Ayudeme, ayudeme, por favor ayudeme!
Para esta alteración se han propuesto los nombres subsidiosis, subsidiofobia o subsikafilosis.
el atribulado paciente de subsidiosis omitió que le están pagando -carísimo obviamente- el futbol
ResponderEliminar