Características de los debates del siglo XXI
Fuente: Cátedra Bertrand Russell - Universidad del barrio de Caballito
Hace un tiempo que los debates -estas largas y muchas veces aburridas- discusiones sobre temas más o menos trascendentes han desaparecido de la escena.
Ya sea porque les falta dramatismo o por la falta de glamour de sus protagonistas o porque su temática no le interesa a las masas resultan simplemente poco televisivos en comparación a cualquier reality show.
Esto no quiere decir que ni los grupos ni las sociedades hayan logrado más o mejores acuerdos, solo ha cambiado la forma de argumentar. Ahora se discute mediante la difusión de premisas breves -lo ideal es tamaño sms- y contundentemente numéricas.
Como nunca antes, la difusión de cifras se está usando para -en forma breve y concisa- defender lo indefendible, ocultar las premisas que debieran discutirse, eludir temas etc. ¡La cuantificación se ha convertido en el último disfraz de la ideología!
Vean sino:
Los defensores del proceso -generalmente familiares de militares y curas encocorados- suelen argumentar que los desaparecidos fueron solo cinco mil.
Los afectados por el dengue en el norte del país eran unos pocos casos aislados hasta que … ¡se declara la epidemia!
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