Después de largos debates entre los ministros y con los parlamentarios se aprobó la la ley que reglamenta el pago de la PBU (Prestación Básica Universal).
Mediante este subsidio se reemplazan los diversos planes (Jefas y Jefes de Hogar, desempleo, padre de más de 3 hijos, invalidez, enfermedad, etc) con un monto único de valor similar al de la jubilación mínima y con enormes facilidades para el cobro y registro del mismo.
De esta manera, el gobierno de la presidente Cristina Fernandez de Kirchner eliminó de un plumazo las críticas que señalaban el clientelismo, la imposibilidad de control, la existencia de subsidios dobles y/o triples a algunas personas, las acusaciones de falta de transparencia, demoras e ineficiencias existentes en el esquema anterior.
Por cierto que la multiplicidad de planes y tipos de prestaciones, la falta de un padrón único de beneficiarios y las distintas clases de intermediaciones justificaban toda clase de sospechas y provocaban multitud de críticas.
Consultado el secretario G. Moreno, comentó -con su típica vehemencia- :
-"Ahora las críticas se las van a tener que meter en el orto. Para que los perdedores de siempre se callen definitivamente la boca, vamos a implementar un índice de ajuste de la PBU elaborado a partir de la variación de una lista de 30 productos de primera necesidad verificados en almacenes minoristas de todo el país"
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