Escribo esta entrada mientras en Buenos Aires se sucede una marcha:
Todos tienen derecho a manifestarse y a criticar una decisión de los magistrados.
Ahora bien, en un país con miles de desaparecidos, donde se ha cometido un genocidio con los pueblos nativos y en el que año a año suman millares las víctimas de los accidentes automovilísticos, esto de "la peor tragedia de la historia de nuestro país" me cayó pésimo.
Tantos años después, ni el dolor da derecho a ser estúpido.
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