El sueño del mandamás de los Estados Unidos de América está en peligro: en efecto, nos han llegado rumores confiables de dicen que Obama ya no puede dormir.
El tema no es la guerra civil de Libia ni las consecuencias del terremoto de Japón.
Tampoco es que Hamas e Israel han vuelto a los tiros ni el siempre latente conflicto indo- paquistaní.
Muy atrás queda el hecho de tener que mantener un ejército en Irak y otro en Afganistán.
Muy atrás queda el hecho de tener que mantener un ejército en Irak y otro en Afganistán.
Lo que le realmente le quita el sueño a Obama, al Pentágono y a las corporaciones de USA es el avance de Luis D’Elía que ha formado su propio partido político.
Esta fue la gota que rebalsó el vaso, provocando que -entre el cargamento retenido y las declaraciones del piquetero- el insomnio de los jerarcas de USA ahora provenga del cono sur.
En el discurso de inauguración del MILES, Luis declaró -en relación a la divulgación en WikiLeaks de mensajes confidenciales de los embajadores de USA donde se lo mencionaba- que: "Tienen razón de estar preocupados por mí … Nosotros apostamos a una América unida, a la unión de los pueblos del sur, aspiramos a un mundo sin amos, sin esclavos, sin imperios"
Después de tales declaraciones, estamos seguros de que en USA las ventas de tranquilizantes se van a disparar y que tanto el Departamento de Estado como la Casa Blanca se van a ver obligados a rever sus políticas para América del Sur.
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