Tenemos un canciller

Un lujo. Los argentinos deberíamos practicar el hábito de disfrutar de las grandes cosas que tenemos en lugar de quejarnos cuando las perdemos. La frase es super-oportuna a la hora de valorar al canciller cinco estrellas que Cristina Fernández de Kirchner supo conseguir.

Más allá de algunos percances en su juventud don Hector Timerman logró avanzar desde la nada desdeñable posición de embajador en USA al puesto de canciller al que arribó en junio del 2010 cuando la presidente se peleó con el Dr. Taiana.

En sintonía con muchos miembros del elenco gobernante, al ex periodista no se le reconocen mucho logros -ser el bufón anticipatorio de “Cristina 2011” y  enojar a los omnipresentes antisemitas son éxitos meramente locales no diplomáticos- por lo que definitivamente se demuestra que, a la hora de elegir, la militancia ultra-kirchnerista es condición necesaria y suficiente.

Pero, nobleza obliga, debemos decir algo bueno del Canciller Timerman: En relación a los tweets que intercambió con el ex presidente del BCRA don Martín Redrado, Noticias Falsas averiguó -antes que WikiLeaks- que no es un asunto de polleras, ni de celos rastreros ni de politiquería mezquina, sino un asunto de importancia capital que damos a conocer a nuestros lectores: el verdadero problema es que el tan mentado conchero de Luciana Salazar no es una prenda de vestir sino un nombre clave para referirse a problemas críticos para el estado, todos ellos sin duda del interés de una cancillería atenta a los acontecimientos nacionales e internacionales. Según el contexto, el conchero es el alias de: 

• Los reservorios de petróleo de las islas Salazar
• El nombre del protocolo reservado para recibir a Mubarak en Argentina
• El menú de la próxima cena entre Cristina y su par brasileña Dilma
• El premio que se le dará al militante del año de La Cámpora
• Una colectora que suma los votos de Alicia Kirchner con los de Sabbatella
• La estrategia futbolística de la barra brava ultra-kirchnerista

Como dijimos al inicio de la nota: ¡Sepamos apreciar el lujo!

Jura del canciller 

tweetero