Con implacable verba filosófica, un intelectual –se trata del Dr Ricardo Forster- reta por TV a quienes mencionamos la corrupción ya que considera que la misma “es algo estructural”. Probablemente R.F. nos quiere decir que la corrupción no es privativa ni de esta época ni de esta administración, pero además, se enoja porque tiene la certeza de que quienes la señalan tienen intenciones esmerilantes.
Sin duda que el culto a la avivada que no es nuevo, ya en el menemato los mencionaban como robos para la corona y más tarde sus autores fueron promocionados con el slogan roban pero hacen. La diferencia era que estas ilegalidades eran prolija y extensamente denunciadas por los pensadores progres que -al menos durante el siglo XX- llamaban a estas cosas por su nombre: crímenes.
En Noticias Falsas encontramos cierto paralelismo entre las declaraciones del intelectual y las de don Amado Boudou. Así como el Ministro de Economía dice que la inflación golpea principalmente a los pudientes –negando así el efecto deletéreo del incremento de precios en el resto de la sociedad- el filósofo insinúa que la corrupción afectaría a una minoría –un pequeño grupo de boludos principistas- deconstruyendo así las consecuencias que los robos, coimas, dádivas, regalías, retornos etc. tienen para todos los argentinos.
También podemos considerar que es la forma que tiene este pensador de decirle a la gilada que le está prestando atención al fenómeno equivocado pues al definir a la corrupción como “un efecto estructural” se nos invita a considerarla como algo tan natural, inevitable, genérico e impersonal como la lluvia y los terremotos. ¡Con más difusión, este esclarecido pensador “K” evitará que muchos queden como tontuelos repitiendo sin pensar las ponzoñas de los medios destituyentes!
No somos ingenuos, sabemos que corrupción siempre hubo y además que la hay en todas partes, pero más allá de estas perogrulladas, al categorizar tan vagamente al fenómeno, Forster:
- omite su cuantificación y el seguimiento de la tendencia, análisis que se hacen rutinariamente generando rankings en los que el país califica cada vez peor
- abstrae la identificación de los autores de los delitos, de sus cómplices y de quienes los apañan ya que todos ellos vendrían a ser contingentes a hechos cuya causa primordial sería un fenómeno “socio-histórico-estructural” que supera a los individuos.
Por ultimo, siguiendo la línea estructural, cabe preguntarle a Forster: ¿Esta caracterización –la de crímenes como fenómenos estructurales- vale solo para los que militan en el espacio nacional y popular o también se aplicará para los crímenes de la derecha? Por ejemplo: Dado que la “doctrina de seguridad nacional” era un tema estructural en América en los años 70 (estaba generalizado en todos los gobiernos de todos los países del cono sur), entonces: ¿Usted Forster admitiría que los abogados de los represores presenten este argumento para señalar la inocencia de sus defendidos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario