Curiosidades idiomáticas

En el capítulo Fibertel de la guerra que el gobierno de Cristina y Néstor Kirchner ha emprendido para controlar los medios de comunicación, se han escuchado cosas que -además de ser transgresiones al sentido común- muestran la esquizofrenia lingüística empleada por el elenco gobernante.

Noticias Falsas resume algunos ejemplos para sus  lectores:

DESREGULADO

Desde hace años que el mercado de las comunicaciones está desregulado -el gobierno tiene una Secretaría encargada de combatir las prácticas monopólicas- y sus participantes pueden deciden libremente como operar, es decir qué servicios ofrecer y qué precios cobrar.  Pese a ello, la Secretaría de Comunicaciones emite la resolución 102/2010 por la que se prohibe a los prestadores de servicios de Internet cobrar cargos de instalación y/o conexión a los clientes que huyen de Fibertel, la candidata a desparecer.  ¿En que se diferencia esto de una regulación de precios? 

CONCENTRACIÓN  MONOPÓLICA

El 18 de enero, nuestro Ministro de Planificación, el inclaudicable Julio de Vido se quejaba de la “concentración monopólica existente en el mercado de las telecomunicaciones”. Poco después, el 24 de agosto, tratando de llevar tranquilidad a los usuarios que temen quedarse sin servicio por la caducidad de la licencia de Fibertel, la CNC -dependiente del Ministerio de Planificación- publicaba una lista de más de 300 empresas que pueden proveer conectividad… ¡Debe ser el único caso en el mundo en el que centenares de empresas son calificadas como “concentración monopólica”! 

ELEMENTOS  BASICOS

En la disputa suscitada en torno al control de PAPEL PRENSA, todos coinciden en qué la pasta de celulosa es un INSUMO BASICO para quienes hacen periodismo escrito -es decir para quienes elaboran y trasmiten contenidos- por lo que, su administración, distribución y precio son elementos que sin duda hacen a la libertad de prensa. En forma análoga, podemos inferir que -así como sin papel no hay ni diarios ni revistas- SIN VINCULO de comunicaciones no hay Internet ni TV. 
 

Sin embargo, cuando se le señala al gobierno que el ultimatum a Fibertel es un ataque a la libertad de prensa, el mismo se defiende diciendo que “quienes protestan son lobbistas de una empresa pues esto no es un ataque a la libertad de prensa ya que la empresa no es creadora ni difusora de contenidos sino re-trasmisora de señales”.  

Queda clarísmo entonces que los elementos basicos necesarios para posibilitar la difusión de contenidos son -o no son- imprescindibles para la libertad de expresión según le convenga al gobierno.