sábado, 24 de agosto de 2013

Las islas Seychelles

Las Seychelles son un paraíso con tiburones tropicales. 

Afortunadamente para los que tienen fortuna, no representa riesgo alguno para blanqueos, lavados, herencias truchas y ex esposas combativas

En Argentina las Seychelles no necesitan agencias de relaciones públicas ni vendedores de intimidad. Ya están instaladas como un paraíso de top-less financieros para sociedades flojas de papeles o conformadas como el culo.

Las Seychelles son la contracara de las seis leches que, a un precio controlado cercano a los dos dólares el litro para las de larga vida, se achica a unos pocos pesos si es en sachete.

Se dice que en las Seychelles no los conocen ni al Messi ni al Diego. Aparentemente, odian todo lo que sea corto: A los hombres de pantalones cortos, a la gente de billeteras cortas y a los periodistas de evidencias cortas.

Decían los romanos que la mujer del César no solo debe ser decente, sino que también debe parecerlo. Más aún en Argentina dónde quién ejerce el poder -el César- y la mujer son la misma persona. 





miércoles, 21 de agosto de 2013

Traicionado por el Teatro Colón

Ayer martes 20 de agosto, mi mujer y yo fuimos al teatro Colón para disfrutar de la ópera “LAS BODAS DE FIGARO”.

Había comprado las entradas en la boletería del Teatro con meses de anticipación. Una ubicación modesta pero apta para apreciar el canto y la vista del Colón al que no había concurrido desde su refacción en el año 2010.

La cita era a las 20:30 hrs. O al menos así lo creía yo, avalado por la cartelera que vi al sacar las entradas y por lo que estaba impreso en las mismas. Llegamos a la entrada de la calle Viamonte a las 20:05 -allí un empleado del Teatro cortó los tickets- y subímos por el ascensor. Para nuestra sorpresa, arribando a la cazuela oimos a la orquesta tocando.

La acomodadora nos le informó a los que estábamos llegando que el espectáculo había comenzado a las 20 hrs. Un habitué que había subido con nosotros en el ascensor le protestó en voz alta “¡Otra vez! … En Carmen hicieron lo mismo”. Yo me limité a preguntar donde estaba el libro de quejas.

La cuestión es que la acomodadora nos abandonó en el extremo de la fila de butacas, para no molestar y porque nuestros asientos habían sido ocupados por otras personas. Solo nos quedó ubicarnos como pudimos mascullando nuestra bronca. Recién pudimos acceder a nuestros asientos en el intervalo.

¿Que hizo mal el Teatro Colón?: ¡Entiendo que varias cosas!

Cambió el horario que ellos mismos habían impuesto
Si bien señalan en su folleto que pueden cambiar funciones por cuestiones de fuerza mayor, nada de eso ocurría ayer en Buenos Aires. No había inundaciones ni cortes de luz ni problemas gremiales.

Fueron vagos y selectivos a la hora de avisar.
Como podrán ver en la copia del ticket, tenían mi e.mail. ¿Necesitan a un Bill Gates para hacer un mailing masivo? Por los pasillos escuché que a los dueños de los abonos si se les avisó.

Actuaron sin cortesía y sin códigos
Cuando nos cortaron la entrada en la planta baja, el espectáculo ya se había iniciado. ¿No hubiera sido lógico que nos lo informaran en ese momento? Tan lógico como que NO NOS HUBIERAN DEJADO INGRESAR A LA SALA una vez empezado el espectáculo. No nos negaron el paso porque sabían que ellos habían cometido un error,

¡Cuidense del Teatro Colón! No respetan al público, no es gente seria. 

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